sábado, 28 de julio de 2012

BOMBONES DE AVELLANA Y GALLETA


Bueno, vamos a ir arrancando con recetillas sencillas para ir despertando el gusanillo por la repostería y para que veáis lo sencillo que es quedar muy pero que muy bien en cualquier evento y ocasión. Lo que intentaré hacer es dar las máximas explicaciones posibles sobre pasos, utensilios, trucos y cosinas para facilitar las recetas (a costa de parecer muuuuuuuuy pesada… pero muchas veces cuando ves recetas, encuentras que hay cosas que no sabes exactamente cómo hacer ni qué utensilios son los más correctos para cada paso, así que yo intentaré facilitar todo lo que pueda) (Supongo que será “deformación profesional” lo de explicar las cosas tanto por mi profesión…)


Esta es una de las recetas, llamémosle: “todoterreno” sencilla de hacer, admite mil variaciones y le gusta a todo el mundo!!!! ¿Se puede pedir más? Pues vamos a ella:

(30 bombones aprox.):

  • 1 paquete de galletas de unos 250 gramos (pueden ser las que más le gusten a cada uno: típica galleta María, tipo Digestive, de mantequilla, de cereales… Yo he utilizado las Digestive porque me gusta el sabor que tienen combinado con la avellana, y desmiga de forma uniforme.) 
  • 250 gramos de avellana tostada triturada (digo triturada y no molida porque a mí me gusta encontrar los trocitos, pero se puede moler según preferencias.) 
  • Leche condensada (La que admita la masa, no es posible poner una cantidad exacta porque depende del tipo de galleta que le pongas que necesite más o menos, el caso es que vale más quedarse corto que en exceso para poder modelar bien las bolas.) Nunca suele ser más de medio bote. 
  • Opcional: un chorrito al gusto de algún licor: de crema de orujo, de turrón, de avellana, de caramelo… 
  • Chocolate de cobertura, una tableta más o menos. 
  • Bolitas, fideos, almendra en cubitos, coco, cacao en polvo, glasa, fondant… cualquier cosa que sirva para “rebozar” las bolas y quede vistoso a la vez que esté bueno. Deja volar tu imaginación…

          Lo primero que tenemos que hacer es triturar las galletas y las avellanas al gusto, a mí me gusta moler las galletas bastante pero no llegar al polvillo, que se note algún granito, y sin embargo las avellanas me gusta picarlas groseramente, que al dar el mordisco se noten los trozos y se vean, porque si trituramos mucho ambas cosas luego queda como una masa uniforme nada vistosa al mordisco… Para triturarlas podemos usar lo que tengamos a mano: un rodillo de cocina, un molinillo de café, una batidora de vaso, la Thermomix, la Mycook, o como yo: un robot de cocina de los que vienen junto con las batidoras.


         
Una vez tenemos las galletas y las avellanas trituradas: las mezclamos en un bowl, y entonces vamos poquito a poquito añadiendo si decidimos poner licor pues primero el chorrito de licor (en mi caso le puse licor de turrón y ummmm le dio un toque genial); y luego añadimos cucharada a cucharada la leche condensada y mezclando bien con una paleta o cuchara, y se debe añadir la siguiente hasta que no esté bien integrada la anterior, porque es importante que no se añada leche condensada de más porque si queda muy blanda será más difícil hacer unas bolas uniformes, pero que no cunda el pánico, tiene fácil solución: añadir más galleta triturada y arreglado!!!

Una vez esté la masa hecha, la dejamos reposar unos minutos para que la galleta se empape bien. Y debe quedar una consistencia parecida a la de la foto, es decir que con las manos engrasadas te permita hacer bolitas y que no pierdan la forma ( entonces añadir más galleta) ni se desmiguen (añadir más leche condensada).

      Una vez que tengamos la masa con la consistencia deseada: hacemos las bolitas del tamaño que queramos… podemos usar una cuchara de hacer bolas de helado para que salgan todas del mismo tamaño; luego les damos la forma redonda con las palmas de las manos engrasadas. Una vez hechas y después de haberte metido unas cuantas pal pecho por lo bien que lo has hecho, tenemos dos opciones: dejarlas tal cual, y dejarlas reposar un día y quedarán unas bonitas bolas granuladas con los trocitos de avellana a la vista. Y la otra opción, que es la que yo he hecho en esta ocasión porque era un encargo para una chica joven, es: derretimos el chocolate de cobertura al microondas con mucho cuidado de que no se queme porque adquiere un sabor ácido horrible… y bañamos nuestras bolas en el chocolate fundido, yo me ayudo con dos cucharas o tenedores, y las ponemos sobre algo antiadherente, yo uso una lámina de silicona, pero vale papel de horno, o cualquier cosa que se os ocurra que luego no sea un suplicio limpiar el chocolate que chorrea de las bolas.


         
Dejamos reposar hasta que el chocolate se endurezca, y antes de que se seque del todo (porque entonces no podríamos pegar nada) las rebozamos con los “toppings y sprinkles” deseados. Yo pongo, por ejemplo: el coco en un bowl pequeño y meto una bola y la rebozo, y lo mismo con cada bola y con lo que se quiera rebozar. También podemos adornarlas con glasa real con un biberón o una manga pastelera y hacerle dibujitos… O ponerles adornos de fondant, como florecitas, estrellas… lo que se quiera, a mí me dejan y me quedo sola poniendo adornos… Je je

Luego yo las pongo en cápsulas de mini-magdalenas o de bombones, para darle una mejor presentación, y ya podemos sorprender a cualquier amigo, vecino, invitado, familiar… todos quedarán alucinados de la buena presencia y del sabor y lo mejor es que nunca se imaginarán lo fácil que resulta hacerlas.

Espero que la probéis y me digáis qué tal, no olvidéis que el alma de este blog son vuestros comentarios.

Dulces besotes!!!! Gracias por estar ahí y por leer toda esta “parrafada”, Mister Sugar me dice que parece que estoy escribiendo el Quijote… XD




CONVERSIÓN DE MEDIDAS





Cuando miramos recetas extranjeras siempre surge el típico lío con el tema de las medidas ¿A quién no le ha pasado? Pues la solución es: comprar unas cucharitas medidoras de esas que hay por ejemplo en CASA, Ikea, ferreterías y bazares; o también podéis hacer cálculos para realizar la conversión a medidas del Sistema Métrico Internacional, es decir: a Litros, Kilos, y demás medidas de toda la vida.
Espero que os sirva tanto como a mí:

Cups a litros: se multiplican los cups por 0,24. Tendremos la medida en litros que debemos pasar a ml. 1 cup equivale a 0.24 litros o 240 ml (0.24 x 1000).

Cups para sólidos:

Harinas y azúcar glas:
1/8 cup = 15 gr
1/4 cup = 30 gr
1/3 cup = 40 gr
3/8 cup = 45 gr
1/2 cup = 60 gr
2/3 cup = 75 gr
3/4 cup = 85 gr
1 cup = 120 gr

Mantequilla y Azúcar:
1/8 cup = 30 gr
1/4 cup = 55 gr
1/3 cup = 75 gr
3/8 cup = 85 gr
1/2 cup = 115 gr
2/3 cup = 150 gr
3/4 cup = 170 gr
1 cup = 225 gr

Ounces (onzas) a gramos: se multiplican las onzas por 28. O sea que una onza equivale a 28 gr.

Pounds a kilos: se multiplican los pounds por 0,25. 1 pound equivale a 0.25 kilos que en gramos serían 250 gr.

Teaspoon: 5 ml para líquidos y para sólidos una cucharita de té al ras.

Tablespoon: 15 ml para líquidos y para sólidos una cucharada sopera al ras.

Medidas de Volumen:

1 Cup = 240 ml
1 Ounce (onza) = 28 ml
1 Pint (pinta) = 400 ml
1 Quart (cuarto de galón) = 950 ml
1 Gallone (galón) = 3,8 litros

Stick de Mantequilla: son aproximadamente 125 gr.

jueves, 26 de julio de 2012

EQUIPO BÁSICO PARA ELABORACIÓN DE REPOSTERÍA.




Antes de ponernos manos en la masa, tenemos que saber cuáles son los utensilios que nos va a hacer la tarea un poco (más bien: un mucho) más fácil, entonces he hecho una especie de resumen-recopilación acerca de: ¿Qué utensilios básicos se requieren para elaborar repostería? 
   
PARA LA ELABORACIÓN DE LA MASA:

Equipo para medir:
Aunque la mayoría de las recetas de cocina necesitan de medición de los ingredientes, en la repostería estos utensilios son básicos pues gran parte del éxito de una receta se basa en la buena medición de cada uno de los ingredientes.

Balanzas: Hay balanzas mecánicas y electrónicas, lo importante es que sean fiables y que pesemos todos los ingredientes en la misma balanza para evitar posibles diferencias. Es interesante que pesen en diferentes unidades por si tenemos una receta que no vaya en gramos y por ejemplo vaya en onzas.
Jarras medidoras: Muy útiles para la medición de volumen. Hay que recordar que las mediciones siempre se harán con la jarra sobre una superficie plana y visualizar la medición a su altura para estar seguros de que estamos midiendo bien las cantidades.
Cups: Juegos de cups o tazas, que generalmente tienen cuatro medidas, 1 cup, 1/2 cup, 1/3 cup y 1/4 cup. Muchas de ellas también marcan en mililitros y en onzas de fluido.
Cucharas medidoras: Las hay para mililitros y también las que miden es TBS o tablespoon (cuchara sopera) y TSP o teaspoon (cuchara de te) y normalmente se comercializan las que marcan 1 TBS, 1/2 TBS, 1 TSP, 1/2 TSP y 1/4 TSP.
Otros utensilios prácticos son el termómetro de azúcar, casi imprescindible para los almíbares o el chocolate y una regla metálica que nos ayudará a marcar porciones con precisión.

Equipos para las mezclas y masas:
Una vez pesados los ingredientes necesitamos de una serie de utensilios que nos ayudarán a preparar  nuestras masas.

Tamices:
En muchas recetas se nos pedirá tamizar la harina e incluso el azúcar o el cacao y las levaduras, por lo que es conveniente disponer de un buen tamiz. Los clásicos de madera que son como cedazos son muy bonitos pero tienen el inconveniente de la limpieza. Los metálicos en forma de jarra que además incorporan medición en su lateral son muy prácticos. A falta de este utensilio bien nos podemos valer de un colador fino de acero inoxidable. 
Cuencos o bowls:
Conviene hacerse con un buen juego de cuencos o bowls, sumamente prácticos para poner los ingredientes y hacer las mezclas. Lo mejor es disponer de varios y  de diferentes tamaños. Los que más me gustan son los de acero inoxidable pero también tengo otros de vidrio, melanina, plástico e incluso de porcelana. 
Batidoras
Las clásicas batidoras de varillas siguen siendo muy útiles, sobre todo si son de buena calidad y poseen un buen mango que sea cómodo en su agarre.
Las pequeñas batidoras de varillas eléctricas son muy sencillas y prácticas y pueden batir unas claras o montar nata en cantidades regulares obteniendo muy buenos resultados.
Las grandes batidoras  eléctricas de marcas reconocidas como Kenwood o KitchenAid cuentan cada vez con mayor presencia en nuestras cocinas, suponiendo una gran ayuda en la elaboración repostera. Pueden amasar grandes cantidades de producto gracias a sus potentes motores y asegurarnos unos batidos y mezclas con resultados profesionales. Pero su precio es bastante elevado… y en mi cocina si entra un aparato más: “Mister Sugar” me pide el divorcio… Pero sueño con que un día pueda tener una. De ilusiones que vive una…
Espátulas rebañadoras:
Las espátulas son de gran ayuda para rebañar bien las superficies y no desperdiciar producto. Las de silicona son fantásticas. También nos ayudan a mezclar a mano ingredientes delicados.
Exprimidores de cítricos y ralladores:
Tanto manuales como mecánicos son muy prácticos.
Rodillos:
Los rodillos estandard están fabricados con madera sólida y pesada, aunque también los hay de siliconas duras y de mármol. Para fondant se usan unos rodillos lisos de pvc con niveladores para que la plancha extendida sea de un grosor uniforme.
Pinceles y brochas:
Muy prácticas para aceitar los moldes o los papeles de horneado y para extender glaseados, para pegar fondant, figuras, perlas... Las encontrarás de fibra natural, de plástico y de silicona.
Cuchillos y cortadores de pastas:
No viene nada mal un buen juego de cuchillos y juegos de cortadores de pastas para dar forma a tus masas y elaborar galletas. Los cuchillos deben mantenerse siempre bien afilados y los cortadores bien limpios de restos de grasas o masas, bien lavados con un detergente suave y bien secos durarán muchísimo tiempo.
Cucharones y dispensadores de masa:
Son perfectos para rellenar moldes pequeños como los de cupcakes, muffins y magdalenas, sin derramar nada por las bandejas. Mi truco es la típica cuchara de hacer bolas de helado metálica con el expulsor y así los cupcakes, magdalenas, muffins y demás salen iguales de tamaño.

Equipo para decorar:

Manga pastelera:
Conviene tener varias mangas, que pueden ser de tela plastificada, plástico e incluso desechables. Bien lavadas y secas pueden durar muchos años. En ellas pondremos los acopladores de boquillas. (Yo elijo las desechables, las compro a “lo bestia” y así voy usando y tirando, porque cuando se usan un montón de colores pues es un rollo tener que lavar luego una a una y secarlas delicadamente…)
Para llenar las mangas fácilmente daremos un giro a la altura del acoplador para que no se salga el contenido una vez llena, la colocamos sobre una mano o bien la ponemos sobre un vaso alto doblando la parte superior hacia afuera. Una vez llena y cuando la vayamos a usar podremos la boquilla, empujaremos la masa hacia abajo y probaremos a que salga un poco sobre una superficie para comprobar que sale con la fluidez deseada  y probar la boquilla elegida.
Boquillas:
Plásticas o metálicas, conviene tener un buen juego de ellas. Las grandes son my prácticas para poner los rellenos sobre las bases de los pastelles, tartas, cupcakes,galletas... Con las pequeñas podremos hacer muchas decoraciones diferentes para adornar y embellecer nuestras creaciones.
Espátulas de untar:
Para extender los rellenos y recubrimientos sobre nuestras creaciones, planas y con curva nos permiten alisar las superficies para su acabado o como base para la posterior decoración.

MOLDES Y CORTADORES:
Los moldes de cocina se han convertido en nuestros grandes aliados.
Los materiales en los que se fabrican son muy variados.
Los metálicos de toda la vida hoy en día se diseñan con múltiples formas para cubrir todas las necesidades. También los hay desmontables y con la base removible que nos permiten desmoldar nuestros bizcochos más fácilmente.
Muchos de ellos llevan una capa antiadherente para evitar que nuestros preparados se adhieran a sus paredes y base pero siempre es recomendable preparar los moldes ante de su uso. Más adelante veremos cómo hacerlo.
Los de silicona son muy prácticos y nos entran por los ojos por sus bonitas formas y llamativos colores.

¿Cómo preparar un molde?
En general tanto para metálicos como para los de silicona, hay que lavarlos con un jabón suave y esponjas no abrasivas antes del primer uso. Leed atentamente las recomendaciones del fabricante.
Otros moldes son de aluminio y se pueden seguir los mismos consejos que con los metálicos excepto en el caso del molde para hacer Angel Food Cake que en ningún caso debe ser engrasado o enharinado. Si lo hacemos la masa no podrá “trepar” por las paredes porque no podrá agarrarse a ellas y no subirá. 
Para preparar un molde debemos comprobar que está perfectamente limpio sin restos del último horneado. Si no es así deberemos lavarlo de nuevo, secarlo bien y engrasarlo con aceite, mantequilla con la ayuda de un pincel, después lo espolvoreamos con un poco de harina, moveremos el recipiente para que la harina se adhiera a la grasa que hemos puesto en él, le daremos unos golpecitos para que suelte la harina sobrante y la desecharemos. O bien la solución definitiva que te evita hacer todos esos pasos y encima hace que los laterales salgan perfectos: spray desmoldante tipo Dubor, todo un hallazgo!, desde que lo tengo pienso que no sé cómo podía vivir sin él…
El engrasado también se recomienda para el primer uso en los moldes de silicona. En el resto de ocasiones suele ser innecesario pero conviene revisar el molde por si estuviera muy reseco y en ese caso lavarlo de nuevo o bien engrasarlo ligeramente.
Las masas que contengan mucho azúcar o miel pueden adherirse con mayor facilidad a los moldes por lo que en ocasiones será conveniente forrar nuestro molde con papel de hornear, previamente engrasado.
Dibujaremos la base con la ayuda del mismo molde y la colocaremos en el fondo y haremos unas tiras de papel para forrar los laterales dejando que el papel sobresalga unos centímetros del borde del molde. Luego pondremos la masa en su interior.
Esto también resulta muy útil si prevemos que la masa aumentará mucho su volumen. Con el forrado lateral y sobresaliente evitaremos que se derrame la masa por el borde porque el papel de horneado lo evitará.
Tras su uso deben ponerse en remojo para que se ablanden los restos que hayan podido quedar adheridos en paredes o bases y después repetiremos la operación del lavado suave.
Precauciones básicas:
  1. No utilizar productos de limpieza demasiado abrasivos.
  2. No cortar sobre los moldes, acabaremos llenando su base de rayas, y si se trata de uno de silicona, lo estropearemos para siempre.
  3. Dejar enfriar un poco antes de sumergirlos en agua fría, no les viene bien un cambio tan brusco de temperatura.
  4. Manejarlos con cuidado, algunos de ellos llevan asas que no toman tanta temperatura pero aun así mejor utilizar manoplas.
  5. Tened en cuenta no llenarlos en exceso, la masa aumentará su volumen durante el horneado y podría derramarse.
  6. En el caso de moldes de silicona debemos llenarlos sobre la superficie firme que vayamos a meter en el horno, una bandeja o una rejilla. Aunque muchos de ellos llevan aros rígidos a veces no es suficiente y al levantarlos podemos derramar el contenido porque pueden doblarse con facilidad.
  7. En el caso de los que lleven aros rígidos comprobar que está bien colocado, a veces durante el horneado el calor puede doblar la silicona y deformar la masa.
Cortadores y texturizadores:
Hay miles y de diferentes formas, diseños, tamaños… es de las cosas que más me gustan en repostería: los hay para cortar fondant, con o sin expulsor; los hay para cortar galletas, incluso para darles diferentes relieves.
Los texturizadores sirven para darle un acabado en relieve al fondant, los hay en forma de rodillos, de silicona, en láminas de plástico, pufff… yo me perdería adquiriendo todo los modelos!!
Portatartas y cajas para cupcakes:
Aunque no son moldes, si están relacionados con la repostería y nuestras preparaciones en ocasiones es necesario transportarlas.
Son muy prácticos para mí sobre todo porque cada vez que llevo tartas o cupcakes a algún sitio me facilita enormemente el transporte y los miedos a que se chafe, se marque, se entornen...
Los hay de muchos tipos: de plástico y de cartón, los de cupcakes llevan unos huecos para encajar cada cupcake perfectamente y que no se muevan.
Para los encargos los compro de cartón, los hay muy bonitos con diferentes diseños, con ventanas, sin ellas, con asas, en forma de casitas…

Y esto es todo lo que he ido recopilando, me faltarán un montón de cosas más que luego me daré cuenta y me diré: “menuda empanada arrastro…” , pero intentaré ir ampliando cosinas cuevas e iré poniendo fotos a las explicaciones que he puesto. 
Ay!!! si yo tuviese sitio y Mister Sugar no me echase de casa, tendría un arsenal de material para la repostería porque me encantaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaannn!!!!!! 
Muchas gracias por estar ahí y enhorabuena si has llegado hasta aquí leyendo y te has comido toda esta parrafada… Es que cuando me hablan de instrumentos de repostería: me pierdo!

lunes, 23 de julio de 2012

“CUPCAKES PARA PRINCIPIANTES”





Comienzo este blog escribiendo la receta básica para tod@ principiante que quiera iniciarse en el apasionante mundo de los cupcakes; porque quién no se ha pegado un buen coscorrón contra el cristal de aquella pastelería admirando las obras de arte en forma de tentación esponjosa, y cuando llegamos a casa y nos ponemos a experimentar en la cocina nos encontramos con que la maldita “magdalena” ha subido demasiado, o se ha hundido en el medio, o tiene un cráter que es imposible tapar ni con un adorno tamaño elefante, o es más seca que la mojama o más grasienta que el pelo de un churrero… Y es entonces cuando le das a probar tan exquisito manjar a tu marido y al ver su cara sales corriendo a la pastelería antes mencionada a comprar una docena de aquellos cupcakes para ahogar tus fracasos reposteros… Y después de muchos intentos aparece la receta infalible: esponjosa, deliciosa y facilísima de hacer:

CUPCAKES DE VAINILLA “Voy a tener suerte”




  • 100 g Harina
  • 1 cucharadita de levadura química (Tipo Royal)
  • 100 g de azúcar
  • 100 g de mantequilla (a temperatura ambiente)
  • 2 huevos (a temperatura ambiente)
  • 2 cucharadas de leche
  • 1 cucharadita y media de extracto de vainilla



Precalentar el horno a 180º, o si es con aire 160º

Preparar la fuente de muffins con 11 papelitos de cupcakes (es importante que sean de buena calidad, porque si no se quedarán aceitosos y ese precioso dibujo que tenían habrá desaparecido por arte de “grasa”).

Batir la mantequilla con el azúcar hasta que esté cremosa. (Para este paso hay varias opciones pasando por las más caras como Kitchen Aid, Thermomix, Mycook y similares; o usando lo que todos tenemos en casa: la batidora con varillas, o también si queremos tonificar brazos podemos hacerlo manualmente con las varillas de toda la vida).

Añadir los huevos batidos con la vainilla y a continuación ir incorporando la harina mezclada con la levadura química. (Es muy importante que esté tamizada, bien con un colador, un tamiz, un aparatito que venden para tal menester, un molinillo… lo que sea, pero que ambas estén tamizadas siempre, para toda receta de repostería, es uno de los pasos llamémosle: “impepinable”.
Añadir la leche.

Repartir la mezcla entre los papeles para cupcakes. (Rellenarlos 2/3 partes) 

Hornearlos entre 18 y 20 minutos, o hasta que al pincharlos con un palillo salga limpio.






Dejar templar 5 minutos sin sacarlos del molde y después transferirlos a una rejilla.




Una vez fríos, decorar con buttercream o fondant (más adelante iré poniendo las recetas más “infalibles” de ambos)
Y por último: Cosas importantes que después de mucho experimentar y atiborrar cupcakes a todo el vecindario, familia, amigos y compañeros de trabajo para dar con el horneado perfecto he encontrado: cada horno es un mundo y tienen vida propia: unos calientan más rápido, otros tienen aire, otros vapor, unos hornean de forma uniforme y los hay como el mío que le da por dorar más los de la parte derecha, así que si algo es indistinto en todos los hornos es: nunca abrir la puerta del horno mínimo en los primeros 18-20 minutos, ni aunque nos pidan socorro con cara lastimera los cupcakes desde el interior ¡NO ABRIR!. También he comprobado que si se pone más temperatura  les sale un bulto en el centro a modo de cráter que hace que se hagan los bordes y ese centro esté crudo, y que si por el contrario la temperatura es muy baja se sube sólo por los bordes y el centro se hunde!!!! Así que la temperatura perfecta para el horneado de Cupcakes, muffins, magdalenas y bizcochos suele estar entre los 160º y los 180º.
Me despido hasta la siguiente receta esperando que hayas disfrutado de la ésta y sobre todo que vayas a disfrutar mucho más cuando la hagas y la pruebes.
Gracias por estar ahí!

domingo, 22 de julio de 2012

BIENVENID@S



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Mi nombre es Yolanda Serrano, nací y vivo en Avilés, Asturias (España), hace ya más de tres décadas.

Maestra de profesión, actriz de teatro de vocación y repostera de ilusión… Con un marido y una familia maravillosa a los que adoro por encima de todo y que fueron los que me animaron a cumplir este sueño de compartir mis ideas más dulces, y que no sé dónde me llevará, pero el trayecto está siendo emocionante!!.

Soy muy emotiva y, para mí, el arte es mi forma de expresar cosas. Me gusta actuar, pintar, decorar, hacer figuras con globos, todo tipo de manualidades; en definitiva: Lo que realmente me apasiona es crear con mis manos

He hecho muchas cosas en la vida, dependienta, azafata, decoradora, monitora, maestra, actriz… pero siempre compaginado con mi amor por la repostería.
Una de las cosas que me levantan más el ánimo es mirar las fotos de libros de repostería No puedo evitar acumular libros, revistas, recetas…

No soy repostera o pastelera, simplemente soy una enamorada del arte en todas sus variedades en el arte de enseñar y sobre todo en el arte de aprender. Amo lo que hago y hago lo que amo, y espero que se note en mis creaciones.

Me decidí a escribir este blog para contar mis experiencias al respecto y poder compartir mis creaciones, vivencias, anécdotas y situaciones en general que nos acerquen mas a ser felices e intentar contagiar la alegría que me da hacerlo (y comerlo!!).

También tengo una panda de gourmets agradecidos, que me apoyan y me quieren incondicionalmente, me aconsejan, me dan ideas, que me hacen valiosísimas críticas que me ayudan a mejorar y que ¡no dejan ni una miga de lo que hago!

Y esta soy yo… inquieta, indecisa e impulsiva, a la vez que transparente, exigente, detallista y perfeccionista.
Y aquí estoy, trabajando y disfrutando de este fantástico proyecto que hoy es una preciosa realidad…

Cada dulce, cada entrega, y cada taller están realizados con mucho cariño y dedicación, esperando que disfrutes con ellos tanto como yo disfruto haciéndolos.

Gracias por dedicarme estos minutos, Miss Sugar no sería lo mismo si no estuvieras tú de ese lado.

¡Endulza tu vida!