sábado, 15 de marzo de 2014

Moscovitas: deliciosas y sutiles pastas de almendra asturianas.


Hola de nuevo!!
Como veis, al final regresé sana y salva de la Semana Blanca con el cole, eso sí: agotada es decir poco… Pero la experiencia no la cambio por nada del mundo, ¡Cuántas cosas se pueden aprender de un@s niñ@s y qué maravilloso ha sido compartir esos días con ellos!
Pues el caso es que la receta que os traigo hoy, fue una especie de reto que nos planteamos el Director del cole y yo. Él, un amante de las famosísimas Moscovitas, un día me ofreció una diciendo que las había hecho él… y era mentira, eran de la Confitería Rialto de Oviedo, como no… Pues el caso es que le dije que yo sí que le llevaría un día unas caseras, caseras, y este fue el resultado.


"Las Moscovitas” son unas pastas finas de almendra marcona y cobertura de chocolate elaboradas por la confitería Rialto de Oviedo; no sé si ellos las crearon o tomaron la receta de otro sitio pero la verdad es que aquí todo el mundo las conoce como las moscovitas de Rialto. La receta está patentada, y como podréis imaginar, existen muchas imitaciones, pero ninguna como la original.

Se elaboran a mano de forma completamente artesanal, una a una, por lo son como los copos de nieve: no hay dos iguales. Incluso el empaquetado se hace de forma manual, para evitar que se rompan estas frágiles y deliciosas pastas.


Describir su sabor es bastante complicado, lo primero que te llama la atención al coger una moscovita es su peso, o más bien la ausencia de peso debido a lo finas que son; si no estuvieran recubiertas de chocolate por un lado, se podría ver a través de ellas. El problema es que cuando empiezas no puedes parar, y como son tan finas y ligeras no te ves llena.


Así que no me hago más de rogar y os dejo con la receta, para que podáis disfrutar de una de nuestras delicias asturianas, ¡Qué bien se come en Asturias!!!:

Salen 50/60 galletas,
  • 200 g de almendra cruda (en granillo, no molida)
  • 200 g de azúcar glas
  • 200 ml. de nata para montar
  • 300 g de chocolate negro, o con leche, o una mezcla de ambos.
  • 40 g de harina

Comenzaremos poniendo al fuego un cazo con la nata, la almendra en granillo, el azúcar glas y la harina.
Removemos a fuego lento hasta incorporar los ingredientes pero sin que lleguen a hervir. Reservamos a un lado para que espese un poco la masa. 


Forramos una bandeja de horno con papel de hornear o con silpat, y con una cucharilla de café cogemos un trozo de masa y, con la ayuda de otra cucharilla para hacerla caer, vamos depositando pequeñas cantidades de masa en la bandeja.

Las colocamos bien separadas unas de otras pues crecen mucho al hornearlas y podrían pegarse unas con otras. Conviene poner solo 9 montoncitos en cada bandeja. Y las metemos en el horno precalentado a 180º, calor arriba y abajo hasta que estén doradas, de 8 a 10 minutos. Hay que vigilar continuamente pues se queman con gran facilidad.


Una vez listas, las sacamos del horno y dejamos que se enfríen en la misma bandeja unos minutos. Al sacarlas del horno están blandas pero al enfriarse se endurecen, entonces, las despegamos con cuidado del papel y las reservamos.


Mientras seguimos horneando las galletas fundimos el chocolate al baño María.

Una vez fundido vamos cubriendo de chocolate con un pincel de silicona o con una espátula cada una de las galletas por la parte lisa, es decir, la que ha estado en contacto con la bandeja del horno.

Las colocamos en una superficie plana y esperamos hasta que el chocolate se endurezca.


Las pastas Moscovitas no necesitan acompañamiento, pero servidas en una merienda con un café o un té os hará quedar como auténticos anfitriones. También son ideales para regalos artesanales envueltas en celofán, o en una bonita caja. Tanto si os animáis a hacerlas en casa, como si no, recomiendo a todo aquel que visite Oviedo se pase por la Confitería Rialto para probarlas. Inolvidables.


  

martes, 4 de marzo de 2014

SI LA VIDA TE DA LIMONES: HAZ PASTAS DE LIMÓN!!! Receta con el paso a paso


Hola mis dulces!!! Después de un intenso carnaval pasado por agua, aquí estoy preparando las maletas para irme con mis niños del cole a la semana blanca esta misma tarde. Y por eso tenía que publicar corriendo esta receta que le hice a mi cuñado para su cumple. 
Mi cuñado, un amante extremo del limón, con decir que se lo come a bocados con cáscara y todo!!! 
Así que esta vez, como yo estaba hasta arriba con los carnavales que aquí en Avilés son muuuuuy famosos y bonitos, pues nos repartimos el trabajo, y le tocó a mi hermana hacer la tarta de limón, y yo las pastas para el café de después de comer... porque en mi familia, las celebraciones son a lo grande!!: Entrantes, primer plato, segundo plato, alternativas varias a los platos anteriores, postre, café, licores y post-postres!!! je je y luego un almax, y nada de cenar...


Bueno, pues el caso es que yo hacía bastante tiempo que había visto una receta de pastas de limón en la maravillosa web: My Magic Therapy, y lo que hice, como no..., fue modificar ligeramente la receta para darle el toque Miss Sugar.
El resultado son unas jugosísimas pastas con tierno corazón y un crujiente exterior. Con ese toque de frescura que les otorga el limón que hace que sean muy ligeras y no puedas dejar de comer una tras otra...


Así que aquí os dejo con la maravillosa receta que os aconsejo sin duda alguna. (Yo dupliqué la receta porque ya sabéis que yo: siempre a lo grande, y quería que sobraran para el desayuno, a parte de para regalárselas a mi cuñado a quien aprovecho para felicitar: "Jose eres el más genial de los geniales cuñados que pueda haber, así que millones de felicidades, y ya tienes el mejor regalo que se pueda desear, que es compartir la vida con mi hermana Ana".

Ahora sí: manos a la masa!



  • 100 g de mantequilla a temperatura ambiente
  • 100 g de azúcar
  • 1 huevo
  • Zumo de medio limón
  • Ralladura de limón (solo la parte amarilla)
  • 2 cucharaditas de levadura Royal
  • 220 g de harina
  • ¼ de cucharadita de cardamomo molido
  • 1 pizca de sal
  • Para el rebozado:
  • Azúcar (normal)
  • azúcar glas


1. Batimos el azúcar con la mantequilla hasta blanquear.


2. Añadimos el huevo, el zumo de limón y la ralladura y batimos durante unos segundos más.


3. Añadimos la harina con la levadura, el cardamomo y la sal y se mezcla a baja velocidad hasta que todo quede integrado.


4. La masa resultante será pegajosa. Se cubre con film transparente y se introduce en la nevera un mínimo de 30 minutos hasta que se endurezca un poco.


5. Formamos bolas pequeñas y las rebozamos primero sobre azúcar normal y luego sobre el azúcar glas hasta que queden bien cubiertas.


6. Colocar sobre una bandeja de horno rociada con spray desmoldante tipo Dübör, o forrada con papel sulfurizado.


7. Horneamos a 180º durante 15 minutos. (dejar bastante espacio entre una bola y otra pues aumentarán de tamaño en el horno).


8. Cuando salen del horno estarán blanditas, esperamos unos minutos hasta que no se rompan para ponerlas sobre la rejilla para enfriar, y quedarán unas jugosísimas pastas con una crujiente costra en el exterior y una textura blanda en el interior. 


Y listas para regalar, sorprender, y endulzar la vida!! Un beso enorme y si no me rompo una pierna, un brazo o la cabeza en la nieve, nos vemos a la vuelta, vamos allá!!!